24 de noviembre del año pasado.
Me levanté en mi «cuarto» de Pekín, me puse varias capas de ropa (hacía -15º) y me fui a la cafetería donde solía ir a trabajar un poco.
Siempre me sorprendió lo alegre que era el muchacho que me atendía, aunque no pudiésemos comunicarnos.
Se le veía feliz en su día a día, sirviendo cafés y charlando con sus clientes.
Ese hecho me llevó a una reflexión…
Me acordaba de cuando unos meses atrás trabajaba en Airbus. Un jefe de la planta tenía «el trabajo soñado», y evidentemente, cobrando 5 o 6 veces más que aquel chaval de la cafetería.
Sin embargo, no era ni la mitad de alegre que él.
Estaba siempre de mal humor, había discusiones a voces en casi todas las reuniones y la tensión y el estrés diario se palpaba en el ambiente.
¿Por qué uno era tan feliz en su trabajo, cuando aparentemente era peor, mientras que otro era infeliz?
Hace un mes, leí un libro de Daniel Pink que me encantó: Drive. La sorprendente verdad sobre qué nos motiva.
Y me recordó esta reflexión.
¿Qué factores harían que tu trabajo fuese perfecto para ti? ¿El dinero? ¿Un buen equipo a tu lado? ¿Otros?
Veamos.
2 tipos de trabajos: algorítmicos y heurísticos.
Antes de empezar, Daniel Pink diferencia entre dos tipos de trabajos: algorítmicos y heurísticos.
En el primer caso, los trabajadores siguen unas instrucciones básicas. Son una pieza más del sistema. Por ejemplo, una cajera de un banco o supermercado. Cualquier puesto que pueda ser reemplazable.
Normalmente, corresponden a trabajos del siglo XX en peligro de extinción (algo comenté en el último artículo con 3 consejos imprescindibles para tiempos de crisis).
Para este tipo de trabajos, una recompensa o motivación extrínseca juega un papel muy importante en la motivación y el desempeño del trabajador. Es decir, si cobras una mayor cantidad, te alegras más y desarrollarás mejor tu trabajo.
Básicamente, ha sido el modelo económico y empresarial que ha existido en la era industrial.
Sin embargo, en el siglo XXI cada vez veremos más trabajos heurísticos, aquellos donde te pagan por resolver problemas o proponer una solución.
Tiene sentido. Antes, el poder estaba en producir bienes. Ahora, en diferenciarte de tu competencia.
En este tipo de trabajos, está demostrado que una recompensa o motivación extrínseca llega a ser perjudicial a medio/largo plazo para el trabajador y para la empresa, como puedes comprobar en este estudio de Edward Deci. Es decir, una subida de sueldo no conlleva una mayor motivación o desempeño en el trabajo.
Daniel Pink llama a este tipo de trabajadores de personalidad I.
Somos personas (donde me incluyo) que disfrutan de la libertad, del reto y de la tarea en sí. Necesitamos feedback y reconocimiento.
Pero… ¿Eso es todo?
Un mínimo económico para poder ser un trabajo ideal
¿Quiere decir que la recompensa económica no es importante?
Evidentemente, no.
Como bien decía Maslow, primero hay que satisfacer nuestras necesidades fisiológicas.
Si un trabajador de tipo I no cubre el salario mínimo que debe percibir o cobra por debajo de otras personas que hacen lo mismo que él, la motivación quiebra.
Sin embargo, una vez superado este suelo económico, su motivación para que sea un trabajo ideal no se encuentra en lo material.
Es decir, un mayor salario no supone que seas feliz en el trabajo, ni que rindas mejor.
3 factores para conseguir tu trabajo ideal
No son 4, ni 5. Son 3.
Autonomía, maestría y propósito.
Autonomía
La autonomía es clave para la felicidad del trabajador de tipo I. Yo mismo lo he comprobado.
Autonomía no quiere decir independencia. Puedes ser autónomo y felizmente interdependiente con el resto de tu equipo.»
Drive. Daniel Pink
¿Nunca te ha pasado que aunque te guste una tarea, en el momento que te obligan cuándo y cómo tienes que hacerla pierdes el interés por ella?
Ahora entiendo por qué.
Un trabajador de tipo I necesita tener autonomía sobre sus 4T.
- Tiempo.
- Tarea.
- Técnica.
- Equipo (team).
Nada es más importante para tu éxito que controlar tu propio calendario.
Drive. Daniel Pink
Hay empresas como 3M o Google, los trabajadores tienen el 20% de su tiempo para dedicarlo a tareas o proyectos que ellos quieran, siempre y cuando sean en beneficio conjunto de la empresa.
Y lo hacen porque tienen comprobado que es mejor, tanto para el trabajador como para la empresa.
Piensa cómo podrías tener más autonomía sobre el tiempo que dedicas al trabajo o las tareas que realizas. ¿Son tareas que realmente te interesan? ¿Crees que podrías aportar más valor en otra parte de la empresa?
La comunicación y el feedback con tu equipo es clave para este punto.
Para mí, autonomía es tener flexibilidad en mi trabajo, controlar mi horario, decidir qué y cómo hago cada cosa a lo largo del día, etc…
Maestría (Mastery)
Esta segunda clave consiste en mejorar tus habilidades impactando en los demás. Es decir, hacer tu trabajo cada vez mejor.
Para ello es importante tener una buena comunicación con tu equipo y centrarte en aquellas tareas que se te dan mejor y en las que puedes aportar.
De esta forma, fomentarás tu estado de “flow”. Ese momento en el que empiezas a trabajar, tu concentración aumenta y el tiempo vuela.
Evidentemente, cuando algo se te da bien y eres bueno, te motivas más… ¿No siempre ha sido así?
Por eso uno de los aspectos necesarios es encontrar ese expertise en tu trabajo, donde ayudas al resto de tu equipo y eres indispensable.
¿Estás haciendo las tareas adecuadas para tu puesto de trabajo? ¿Qué parte de tu día a día se te da mejor o puedes aportar más valor? ¿En qué campos podrías formarte para mejorar la calidad de tu trabajo?
Hacerte este tipo de preguntas es un buen comienzo para aportar lo máximo posible a tu equipo.
Para mí, un punto clave para la maestría es estar en continua formación. Tener un trabajo que incluya una variedad significativa de tareas me hace sentir vivo y no aburrirme.
Propósito
A veces trabajamos sin un sentido más amplio que el día a día. Evidentemente, esto es un callejón sin salida y nos llevará hacia la insatisfacción laboral.
El propósito es tener una visión en grande de lo que estás haciendo. Definir tu por qué.
Para entenderlo mejor, te dejo una de las charlas Ted que más me gustan de Simon Sinek: How great leaders inspire action.
Ver el sentido de lo que hacemos y en qué estamos impactando en el negocio es clave para nuestra realización personal. Intenta entender el funcionamiento de tu empresa y por qué eres importante para ella.
¿Cómo impactas a tu equipo? ¿Cómo impactas en los resultados de la empresa? ¿Qué pasaría si no estuvieses? Empieza a plantearte este tipo de preguntas y toma decisiones en base a ellas.
Para mí, el por qué es dirigir mi vida en base a mis valores principales: salud, libertad, integración, contribución e impacto y felicidad familiar.
Por último, aclarar que encontrar tu trabajo ideal NO significa reinventarte y hacer algo completamente distinto a lo que estás haciendo.
Significa ver de qué modo puedes incluir estos tres factores: autonomía, maestría y propósito dentro de tu jornada laboral 🙂
Del 1 al 10, ¿cómo te evaluarías en cada uno de estos 3 factores?
Te veo en los comentarios.
Hola, he leído tu articulo sobre las 3 claves para conseguir tu trabajo ideal y te puedo decir que no siempre todo es tan fácil como lo pintan. Yo por ejemplo trabajo en una fundicion de hierro como técnico de desinfección en turno de noche. Cuestión, que mi día a día es limpiar y desinfectar todo tipo de botones de maquinaria, manetas, tiradores de cajones, vestuarios… y no veo como podría mejorar mi situación laboral en mi situación.
¡Hola Lloiyd!
Muchas gracias por tu comentario :). Evidentemente, cada puesto de trabajo es un mundo y en algunos se podrá hacer más cambios que en otro, pero a nivel general, yo creo que siempre hay formas de introducir esos 3 factores en tu trabajo, sobre todo si es de tipo I.
Intenta pensar desde un poco más arriba… ¿Seguís siempre el mismo proceso? ¿Hay algo que siempre pensáis que no tiene sentido y aun así lo hacéis? ¿Hay alguna forma de mejorar el proceso? ¿Hay partes que se puedan automatizar? ¿Hay posibilidad de escalar en el trabajo? ¿Cuáles son las partes que más te gustan de lo que haces? ¿Hay posibilidad de flexibilizar la jornada laboral? ¿Eres tú quién decide por dónde empezar?
Y por supuesto, si no ves que haya forma de mejorar las cosas, si no te importa lo que haces, si no ves impacto en lo que haces y no avanzas… la gran pregunta sería: ¿Te gustaría seguir así el resto de tu vida?
Si es que no, ya sabes que debes escapar en cuanto puedas, y no hay mejor forma de hacerlo que empezar tu proyecto paralelo 😉
Me encanta el libro de Daniel Pink y tu articulo condensa de una manera fantástica las claves para sentir realización al ejecutar una actividad y buscar la manera de escapar de la trampa de solo perseguir un salario. Gracias por el aporte.
¡Es genial!
Me alegra que te haya gustado el artículo. Son 3 puntos muy clave a tener en cuenta en nuestra vida profesional 🙂
Un abrazo y gracias por pasarte a comentar.