Procrastinando continuamente. La única razón por la que no acabas nada de lo que te propones

¿Cuántas veces has tenido la idea de empezar un proyecto, o de comenzar a hacer ejercicio?

¿Cuántas de ellas te acabas dando cuenta de que estás procrastinando y que no haces absolutamente nada?

A mí, casi siempre.

Tengo tantas ideas en mente, que o las empiezo y las dejo a medias o nunca las llego a empezar.

Por ejemplo, con lo que será mi curso online.

Llevo con la idea desde hace más 10 meses. He dejado escrito en papel algunos bocetos de diferentes ideas.

Siempre digo que cuando termine esta otra cosa (me autoconvenzo de que es más importante), pero la verdad es que nunca he hecho nada serio.

Lo mismo me pasó con mi libro. Hasta que no dije basta, no fue cuando me puse las pilas y logré terminarlo.

Es muy chocante, que teniendo la oportunidad de hacer grandes cosas no las hagamos por el mero hecho de sustituirlas por alguna distracción.

La mayor frustración no es el hecho de que no hayamos conseguido nuestros sueños… es ni siquiera haber tenido el valor de perseguirlos.

Es algo tan común que últimamente me he propuesto reflexionar sobre ello y he intentado aportar mi granito de arena para la solución de este problema de procrastinación.

Un ejemplo de procrastinación y que seguramente hayas vivido

Cuando tenía que estudiar para un examen no sé por qué, pero siempre acababa ocurriendo lo mismo.

Cuando tenía la fecha del examen, intentaba organizarme bien. Dividía un poco las tareas entre las semanas restantes para que no se me acumulara de golpe.

Quedando una programación de cantidad de trabajo frente al tiempo así:

procrastinando significado

Es decir, durante los primeros días iría tocando algo, avanzando en lo que pudiese. Así, cuando llegara el examen estaría lo suficientemente preparado para dar el último empujón y aprobarlo.

¿Qué es lo que ocurría?

Cuando iban pasando los días siempre iban apareciendo urgencias, siempre lo aplazaba. Había algún día que si me ponía pero me cundía muy poco y es como si no hubiera hecho nada.

Seguían pasando los días hasta que llega la fecha crucial (el panic monster al que llama Tim Urban en el vídeo que te voy a enseñar a continuación).

Es la fecha en el que el monstruo llamado agobio te viene de repente. Te das cuenta de que no has cumplido tu programación y de que o te pones las pilas o acabarás suspendiendo.

La programación tan perfecta y planificada que tenías se convierte en:

evitar procrastinar

Finalmente, te das la matanza los últimos días e intentas solucionar el problema de planificación que has tenido durante los días anteriores.

Esto es un calco exacto de cómo ha sido mi vida de estudiante. ¿La tuya es parecida?

Si es así, te aconsejo que sigas leyendo el post porque vamos a hablar de cómo solucionarlo 😉

Antes de empezar, te dejo esta charla TED de Tim Urban que es de donde he extraído las capturas. En ella te explica cómo funciona la mente de un procrastinador. Te aconsejo completamente que la veas.

¡Me encanta!

Procrastinando siempre… ¿te habías dado cuenta?

Cuando me di cuenta de lo que me estaba ocurriendo, empecé a buscar algunas ideas por internet.

Le pregunté a algunos amigos si les ocurría lo mismo, y así es.

El ser humano por naturaleza es un ser procrastinador.

Y bueno Jesús… ¿Qué es la procrastinación?

Puedes ir a la rae a buscar el significado “correcto”, sin embargo, yo te lo voy a simplificar en una frase.

“No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”

Te suena, ¿verdad?

¿Cuáles son las principales causas de la procrastinación?

Si te paras a pensar cuáles son las causas del por qué te distraes y no haces lo que deberías siempre suelen ser las mismas situaciones:

Dejamos lo más difícil para después.

Te voy a poner un ejemplo…

¿Qué sería más fácil? ¿Ponerte a mirar Facebook, o grabar un episodio para el podcast?

Está claro, ¿no?

Todos los días vamos dejando esas tareas con la cruz de procrastinación para el final, autoconvenciéndonos después de que no hemos tenido tiempo y acabando con el mismo pensamiento de siempre: “Mañana lo haré”.

Las principales causas que he detectado son:

No nos gusta salir de nuestra zona de confort.

Si la situación está fuera de tu zona de confort, estate atento porque es uno de los síntomas que más me he dado cuenta.

Simplemente, lo evitas y lo atrasas lo máximo posible.

Esto me ocurrió con el libro, y me ocurrió cuando tenía que coger el coche los primeros días después de sacarme el carnet.

Al ser humano por naturaleza no le gusta enfrentarse a situaciones desconocidas, por lo que siempre tratará de evitarlas.

Eres tú el que te tienes que dar cuenta de que eso está ocurriendo y ponerle freno (luego te contaré todo lo que hago para combatir la procrastinación).

Tenemos miedo al fracaso

Un tema muy ligado al punto anterior y el cual explico detenidamente en este otro post es el miedo al fracaso.

Temes a que las cosas no salgan bien y evitas enfrentarte a ellas.

El tema del curso online que quiero hacer es el ejemplo perfecto de estos dos puntos: una situación completamente desconocida y miedo a no interesarle a nadie.

Nos centramos en lo “urgente”, sea importante o no

como dejar de procrastinar

Una de las ideas que aprendí del libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” es la matriz de Covey. Es una técnica mediante la cual se clasifica en 4 cuadrantes las tareas que hay que realizar:

  • El cuadrante uno, para las tareas urgentes e importantes (una reunión con un cliente importante, venta, etc.).
  • El cuadrante dos, para las tareas importantes que no son de gran urgencia (misión y visión de la empresa, análisis estratégicos, cuidar tu salud, etc.)
  • El cuadrante 3, para las tareas urgentes y no importantes (interrupciones, llamadas imprevistas, mantenimiento de un equipo…)
  • El último cuadrante (4) para las tareas que ni son importantes ni son urgentes (distracciones, redes sociales, Whatsapp, movimientos innecesarios…)

Covey señalaba que la mayoría de personas nos centramos en el cuadrante 1, viviendo cada día estresados y haciendo las labores de un completo apagafuegos y el 4, donde fabricamos nuestras propias bombas de improductividad.

En vez de eso, nos deberíamos centrar en el cuadrante 2. Llevar una correcta planificación y cuidado de las herramientas nos hará reducir los niveles de estrés y hará mejorar la gestión.

En cuanto a la procrastinación, recibir un email o un mensaje de whatsapp nos crea urgencia, sin embargo, quizá no sea tan importante abrirlo en ese momento (actividades del cuadrante 4).

Todo este tipo de interrupciones hace que perdamos el foco en las tareas realmente importantes, y con ello, aumentar los niveles de procrastinación.

Cómo evitar y dejar de procrastinar

Una vez identificadas las causas por las que siempre estamos procrastinando es hora de ponerles solución.

Te voy a mostrar alguno de los ejemplos que a mí me han ayudado a concentrarme mejor y no perder el foco.

1.- Pon una fecha límite

Este quizá sea el más tonto pero el más eficaz.

Hay una ley denominada como Ley de Parkinson que dice que el tiempo de una tarea se prolongará hasta el tiempo que dispongamos para realizarla.

Es decir, si tienes 7 horas para realizar una tarea de 5 horas, al final acabarás gastando las 7 horas. Por lo tanto, si tienes la vida entera para realizar esa tarea, ¿qué crees que va a pasar?

  • Algún día me pondré a aprender inglés.
  • Algún día empezaré mi propio proyecto personal.
  • Algún día voy a empezar a ir al gimnasio.
  • Algún día empezaré a leer.

O nos ponemos una fecha límite y la tachamos en el calendario, o te aseguro que acabará quedando en el olvido.

¡Ojo!

Con esto no quiero decir que haya que cumplir esa fecha a rajatabla. Yo hay veces en las que me he atrasado, pero por el simple hecho de haberme marcado una fecha, avanzas muchísimo más.

La diferencia de ponerte una fecha límite o no es lograrlo o no lograrlo. ¿Importante, verdad?

2.- Crea tu propia programación

Una vez puesta la fecha límite, lo siguiente será programarte en el calendario el tiempo que vas a necesitar cada día.

¿Recuerdas la gráfica de la cantidad de horas que realizabas antes de un examen?

Si únicamente te pones una fecha límite, te acabará pasando siempre lo mismo 😉

Por lo tanto, crea tu propio calendario.

3.- Establece bloques de tiempo

Una de las mejoras que he realizado en este año ha sido la de ponerme bloques de tiempo para trabajar más concentrado.

El objetivo es focalizar toda tu energía en una única tarea durante un tiempo determinado. Una vez pase este tiempo, ponerte con otra tarea y así.

Con esto nos obligamos a centrarnos en aquella tarea que más nos cueste hacer y la cual estemos procrastinando.

4.- Divide y vencerás

Por último, otro truco sencillo y muy fácil de implementar es dividir las tareas.

Si piensas que te tienes que leer un libro en 15 días, automáticamente tu mente va a marcar esa tarea con una cruz de procrastinación.

Es simplemente cambiar tu mentalidad. Cuando te vayas a poner, piensa, me tengo que leer 20 páginas.

Se te hace mucho más fácil digerirlo y no es lo mismo ponerte para leer 20 páginas que para leerte un libro entero de 300 páginas.

Al igual pasaba con los exámenes. Si cada día te centrabas en un tipo de ejercicio o en algún tema determinado, era más fácil de digerir que pensar que te tienes que estudiar toda la asignatura junta.

Procrastinar solo depende de ti

Espero que este post te haya ayudado a identificar algunas de las tareas que llevas procrastinando días, meses o incluso años y que estos consejos te ayuden a evitar procrastinar.

Ahora me gustaría que pararas un poco a pensar y comentes aquí abajo la respuesta a la siguiente pregunta:

¿Qué llevas tiempo queriendo hacer y has estado procrastinando sin darte cuenta?

2 comentarios en «Procrastinando continuamente. La única razón por la que no acabas nada de lo que te propones»

  1. Hola Jesús,

    Ya he leído mucho sobre estas cosas pero tu artículo también es muy completo.

    Maldita procrastinación!!!

    Es difícil, que no nos pasen muchas cosas de las que comentas.

    Yo añadiría, un par de cuestiones, que considero también importantes:

    1) Tener recompensas: conforme vas cumpliendo la programación o vas avanzando, tal cual has planificado, ir autoentregándote recompensas del tipo que sea; hacer deporte, salir a tomar algo, x tiempo para lo que sea, etc…

    2) Ir tachando objetivos superados de la planificación. Es bastante motivador, ver que hemos cumplido con lo establecido, y eliminarlo de la lista, aún más.

    Y por último, otra cosa que hay que tener muy en cuenta, es si has avanzado más de lo planificado, no quieras abarcar más ese día. Has sido productivo, y te ha sobrado tiempo, por lo que empléalo en otras cosas necesarias y que te den la motivación que necesitas, para seguir al día siguiente con las mismas ganas.

    En definitiva, genial artículo.

    Un abrazo.

    Responder
    • Muchísimas gracias por tus palabras Rubén!

      Tienes toda la razón con tu comentario. Se me olvidó incluir el tema de celebrar las ganancias.Creo que es necesario y vital para poder continuar con la motivación y seguir creciendo.

      En cuanto al segundo punto, completamente de acuerdo también. Es a lo que los americanos llaman «feel the pain», aunque en este caso, la intención sería la contraria.

      Sobre el último comentario, nada más que decir. ¡Chapeau!

      Un abrazo y gracias por aportar tanto valor en un comentario 🙂

      Responder

Deja un comentario