Déjame adivinar una cosa.
Sientes que tienes muchas tareas durante el día y cuando acaba, te das cuenta de que no has logrado ninguna meta que ta habías propuesto, y si es que te habías propuesto alguna.
No te sientes satisfecho por cada día que pasa, ni sabes exactamente si lo estás haciendo bien o no.
Te ha comido la rutina, y no tienes ni remota idea hacia donde se dirige tu vida.
¿Cuántas veces te has levantado, pasa el día, y te acuestas pensando que no has realizado nada productivo?
Si esto se repite día tras día…
Para, relaja, frena un poquito y sigue leyendo.
¿No has pensado que podría ser porque no tienes tus ideas y objetivos claros?
La única verdad es que no tienes un proyecto de vida.
No me crees, lo sé.
Si quieres conseguir algo diferente, tendrás que hacer algo distinto a lo que llevabas haciendo, ¿eso sí no?
Te invito a que pruebes una cosa, coge un papel y un boli.
No sigas leyendo hasta que no lo tengas.
¿Lo tienes ya?
Ahora, escribe lo que realmente quieres hacer durante el resto del día (ir una hora al gimnasio, leer media hora, lo que sea).
Cuando acabe el día, revisa si lo has cumplido o si por el contrario, te has ido con tu amigo a tomarte una cerveza, has visto una película o te has quedado mirando facebook y te has olvidado de lo que querías hacer
¿Cuál es el peor problema que tenemos?
La mayoría de nosotros comienza el año con meta personales demasiado ambiguas como:
- Dejar de fumar
- Hacer ejercicio
- Ahorrar más
- Estar más sano
Sin embargo, ninguno de ellos se propone un plan de acción cada día. No desmenuza y divide esa meta en acciones más sencillas.
¿Qué es lo que ocurre?
Que pasan los días, meses y aún no has cumplido ni siquiera una meta personal.
Y no sé si a ti te pasa también, pero siempre vas a comenzar la semana que viene, ¿verdad?
El único secreto para lograr metas y vencer obstáculos es:
Ponte pequeñas metas y consigue pequeñas victorias.
Date una palmadita en la espalda cuando lo hayas logrado.
¡Celébralo!
Será la motivación necesaria que te ayude a seguir y a lograr tus metas.
Si defines claramente lo que debes hacer en un día, un mes o un año, cuando acabe este tiempo y lo hayas realizado:
- Estarás feliz por haber cumplido tu objetivo y aumentará tu autoestima (sentirás que no estás perdiendo el tiempo).
- Podrás medir la eficacia de tu trabajo.
- Verás los errores con mayor exactitud y sacar lecciones imprescindibles para la próxima vez.
Muy bien Jesús, todo esto es muy bonito pero… ¿Cómo puedo establecer mis metas personales y profesionales?
En el post de hoy, te voy a mostrar la técnica que utilizo en mi día a día.
Cada persona es un mundo así que tú solo tienes que probar y acomodarte a la que mayor rendimiento te produzca.
[INCISO] Últimamente estoy muy activo en Twitter y comparto contenido sobre productividad, hábitos y gestión del conocimiento. Si te interesa puedes seguirme y saludarme por aquí.Pasos para lograr una meta sin morir en el intento
Descubre cómo quieres ser a largo plazo
Dedica un poco de tiempo a ti mismo, descubre cómo te gustaría ser.
Uno de los ejercicios que realizo cada diciembre es la evaluación del año (puedes ver la de 2016 y 2017).
Repaso un poco cómo ha ido el año, aunque lo más importante es reflexionar y pensar cómo me gustaría ser 1 año después.
Si no tienes claro tu proyecto de vida, ¿cómo vas a planificar tus metas personales?
Piensa cómo te gustaría ser en todos los ámbitos de tu vida (personal, social, profesional, salud, económico, académico, etc.)
Definir lo que quieres, significa decidir lo que obtendrás.
¿Alguna vez has empezado un rompecabezas sin tener en mente la imagen final?
¿No, verdad?
Si tú mismo no sabes cuáles son tus metas, ¿cómo vas a alcanzarlas?
Si no tienes ni la menor idea de qué es lo que realmente quieres, lo único que debes hacer es preguntarte más a ti mismo.
Reflexiona y deja por escrito las respuestas a estas preguntas:
- ¿Cómo te ves el año que viene?
- ¿Qué te gustaría mejorar en tu vida?
- ¿Con quién te gustaría pasar la mayor parte de tu tiempo? ¿Tu pareja? ¿Familia? ¿Algún amigo en especial?
- ¿Qué llevas años proponiendo y procrastinando al mismo tiempo?
- ¿Cuál sería tu meta principal?
- ¿Cuántos ingresos te gustaría obtener?
Si te has propuesto claramente cómo quieres ser, cuando tengas que tomar una decisión solo tendrás que pensar:
¿Favorece a lo que quiero ser? ¿Sí o no?
Será tu brújula, la que te ayudará a decidir cuál es la mejor opción, y poder empezar desde una base bien construída.
Cómo establecer metas correctamente
Otro de los errores típicos, es no fijar tus metas correctamente.
Realizas un esfuerzo duro en lograr tus metas, y al final, nunca lo acabas consiguiendo. Pero no porque tú lo hayas hecho mal, sino porque no has sabido clarificar tu objetivo.
Por ejempo, cuando el objetivo es demasiado ambiguo (como comenté al principio).
Las pautas que yo sigo son:
- Debe ser real: Las películas americanas nos han ido concienciando que algo grande se consigue de la noche a la mañana. Para los normales como nosotros, eso no es así, por lo tanto: Sé claro y realista.
- Estar dentro de un tiempo limitado: ¡El objetivo no puede durar toda una vida! Divídelo en metas a corto y largo plazo. Yo personalmente uso metas diarias y trimestrales. Te recomiendo que si estás empezando, te comprometas a realizar objetivos personales a corto plazo (una semana) para poder focalizar mejor tus acciones.
- Tiene que ser medible: Todo lo que se puede medir se puede mejorar. Si realizas una acción y no puedes revisarla, ni tener referencias de cómo de bien o mal la estás haciendo, olvídate de ello. La meta de una persona no podría ser tener más salud, porque eso no es contable. En cambio, podrías proponerte una dieta adecuada o realizar tanto ejercicio a la semana.
- Ser tú el responsable: Tú debes ser el principal responsable de conseguirlo o no, así que olvídate de plantear que te toque la lotería 😉
- Ser concreto y preciso: El que mucho abarca, poco aprieta. Focalízate en algo concreto, cuanto más especializado mejor.
Cómo lograr mis metas y vencer todos los obstáculos que se pongan en mi camino
El siguiente paso será unir tus ideas y tu visión sobre ti mismo para definir un objetivo claro.
Una vez que lo tengas, piensa las diferentes soluciones o acciones que tendrás que hacer a corto plazo para cumplir esa meta.
Te pongo un ejemplo:
Imagina que la meta de una persona es correr una media maratón en 4 meses.
¿Qué es lo que tienes que hacer a diario para conseguir correr 20 kilómetros en ese plazo?
Entrenar, ¿no?
Después habrá que planificar los descansos, una dieta saludable, dormir las horas necesarias, etc.
Por lo tanto, escribe en un papel todas las soluciones posibles, lo que se te venga a la cabeza que puedes hacer, por muy tonta que parezca.
Esto es importante porque evita limitarte psicológicamente y puedes encontrar soluciones que antes no se te habían ocurrido.
Una vez lo tengas, llegó el momento de decidir.
Escoge aquellas que creas realmente que te llevarán a conseguir ese objetivo.
El poder de la organización a corto, mediano y largo plazo
Una vez que tengas todas las acciones que debes realizar para lograr tu meta, el siguiente paso será planificar tu propio calendario semanal con el objetivo de ir superando estas pequeñas metas.
Si volvemos al ejemplo de la maratón:
Las fechas de entrenamiento serían: lunes, miércoles, jueves y sábado a las 13:00. La primera semana haré 5 km a ver qué tal va.
La segunda 8, la tercera 10, y de esta forma ir aumentando poco a poco.
Realmente, lo que queremos es conseguir esas pequeñas victorias que nos ayuden a motivarnos para lograr nuestra meta.
Una frase que escuché y que me gustó mucho fue:
Si eres capaz de colocar un ladrillo de la mejor manera posible todos los días. Cuando te des cuenta, habrás creado un muro increíble.
Cada persona tiene un calendario y gustos diferentes. Yo me he dado cuenta de que mi hora de hacer ejercicio es la 13:00 antes de comer. Conozco a gente que lo hace a las 7:00 de la mañana. La tuya puede ser otra completamente diferente.
La clave será en encontrar qué horarios te viene mejor realizar lo que te hayas propuesto, para gastar la mínima fuerza de voluntad posible.
Para ello, no queda otra que ir probando y ver cuándo te encuentras más cómodo.
2 técnicas que necesitas para vencer la pereza y vencer tus metas con éxito
Alguna vez has intentado todo lo que te estoy contando, ¿verdad?
No por escrito, pero sí que lo has hecho en tu mente más o menos.
¿Cuál ha sido el problema?
A la hora de verdad la pereza ha podido contigo, y tienes un gran problema de falta de constancia.
Hay dos técnicas que se las leí a Anxo Pérez y que realmente me han ayudado para implementar nuevos hábitos en mi vida.
1.- Tolerancia cero.
Cuando crees tu plan de acción, diseña tu tolerancia cero. Es decir, decide cuál sería la cantidad mínima con la que te sentirías satisfecho si ese día te ocurre cualquier cosa o simplemente no te apetece.
Por ejemplo, si un lunes me toca ir a correr y no me apetece entrenar 10 km, ¿qué tendría que hacer que no me costase trabajo pero que sin embargo, no me rompiera el hábito?
Para mí sería correr 3 km, o hacer 60 abdominales y varias flexiones en casa y así sentirme bien.
Esta técnica para cumplir tus metas es de gran importancia ya que si un día decides no ir por pereza, no habrá servido de nada todo lo que hayas conseguido con anterioridad.
2.- Despertadores.
Es un pequeño truco para hackear tu mente.
Si volvemos al ejemplo del ejercicio, hay veces que estás en tu sofá y piensas que tienes que correr 10km. Automáticamente tu cuerpo se viene abajo y te entra la pereza.
El truco consiste en pensar algo que te impulse a hacerlo, es decir, que funcione como puente.
Por ejemplo, a mí me pasa que cuando voy a hacer ejercicio, hay veces que me da mucha pereza, pero en el momento en el que me pongo las zapatillas y la ropa, me siento con energía para salir a correr.
Lo que hago es que cuando esté en el sofá y no me apetezca moverme, lo único que pienso es que tengo que levantarme a ponerme las zapatillas y la ropa (cosa que no me molesta en absoluto).
Los 10 km vendrán solo 🙂
Si por el contrario sigues con la pereza, ¡siempre puedes aplicar tu ejercicio de tolerancia cero!
Revisa y actualiza
Otra ventaja de llevar a cabo pequeñas acciones, es tener el poder de ir revisando lo que vas haciendo.
Cuando acabe el día o la semana, echa la vista de águila y piensa en todo lo que ha ocurrido.
¿Crees que estás siguiendo el camino adecuado? ¿Está dando sus frutos?
- Si tu respuesta es que sí, ¡Enhorabuena! Has logrado algo que realmente querías conseguir y llevabas tiempo intentándolo. A partir de ahora sigue siendo más ambicioso, ve aumentando tus objetivos y logra grandes metas y sueños.
- Si tu respuesta es que no, mejor, de los errores se aprende… ¿no?
Como dije en el post de la semana pasada, un acto erróneo no es un fracaso. Simplemente, un desenlace de tus acciones. Lo único que habrá que hacer es cambiar la forma de hacerlo, pero seguir perseverando.
Haz un análisis de todos los días y de todas tus acciones, ¿por qué crees que no lo has conseguido?
¿Qué puedes hacer para mejorar y conseguirlo la próxima vez?
Date más tiempo… prueba y vuelve a intentarlo hasta que lo consigas.
También es útil hacer revisiones cuatrimestrales, te ayudará a tener más foco y redirigir tus acciones. Puedes ver alguna de las mías aquí.
Ejemplos de metas personales a corto y mediano plazo
Para acabar este post, quería ponerte un ejemplo con los tipos de metas que últimamente me he puesto y he conseguido lograr con este método.
1.- Lectura
Me encanta leer, pero por más que me ponía algunos días no lo conseguía tener como hábito. Después de varios meses, me dije, todas las noches tengo que leer (creé un objetivo específico, pero era poco concreto).
¿Qué ocurrió?
Había días que llegaba tarde a casa o que estaba muy cansado, y directamente, me iba a dormir.
Había veces que pasaba una semana entera y no cogía ningún libro porque sucedían varias situaciones en las que no podía leer.
Hasta el momento que implanté todo lo que te he comentado en este post. Decidí leer 24 libros al año.
Para ello, dividí el objetivo y me di cuenta de que tenía que leer 20 páginas al día. Evité lo que me ocurría con la noche llevando la lectura a la hora del desayuno (siempre iba a desayunar).
Creé mi tolerancia cero en 5 páginas.
Actualmente, puedo decir que no hay día que me acueste sin haber leído como mínimo 20 páginas (muy pocos días leo 7).
He encontrado mi momento de lectura en el desayuno, y además, algunas noches antes de dormir también leo otro ratito.
A veces, la forma en la que marcamos nuestras metas es determinante a la hora de tener éxito.
2.- Escribir un post a la semana
Pues me ocurrió más o menos de lo mismo.
Al final, acabé desmenuzándolo y suelo escribir una hora al día.
Me di cuenta de que cuando más me gusta escribir es recién levantado (tengo más inspiración). Actualmente, aunque entre a clases a las 9, me levanto un poco antes y le dedico mi hora a la escritura.
En 2017 he escrito 46 posts en mi blog (más varios en otros blogs). Para 2018, me he propuesto 42.
Ahora toca actuar e ir revisándolo cada cuatrimestre 🙂
Para terminar, quiero decirte que de nada sirve este post si no realizas los ejercicios o si no lo llevas a la práctica.
Muchos quieren lograr grandes metas, pero pocos quieren pagar el precio realmente. Si no haces nada, acabarás consiguiendo nada 😉
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¿Qué tal te ha parecido mi técnica para planificar y conseguir tus metas? ¿Cuáles son tus objetivos para este 2018 que entra?
¡Escríbelo en los comentarios!
Si estás interesado en más contenidos sobre hábitos y productividad, te recomiendo seguirme en Twitter. Nos vemos por allí 🙂
Me encantó la parte de hacer el calendario semanal, la tolerancia cero y los despertadores. No había visto desde ese enfoque lo fácil que una cosa me puede desencadenar a lograr e objetivo real (la ropa deportiva y salir a correr).
Creo que tienes un talento, me ha gustado como estructuras tu experiencia y haces ver que todo es posible con disciplina y esfuerzo, te felicito
¡Muchas gracias Jorda!